MALAS VIBRACIONES
En otras ocasiones no he salido de este bar con mal sabor de boca, pero parece cada vez más frecuentado por individuos castigados a vagar durante su existencia en el difícil lodo de la mediocridad y a la sombra de la caverna. No pretendo sentirme superior, estoy orgulloso de conocer a algunos de ellos, y de saber que, en sus casos concretos, es la escarpada pared de su entorno y sus situaciones familiares lo que le impiden llegar al mundo de las ideas, y beber mientras discuten sobre Hume o Kant en lugar de preguntar a su compadre de 17 años que cómo está su hijo.
Pero el detonante de mi amargura fue el agua chirri que pusieron en mi jarra, haciendo un deleznable mal uso de la palabra cerveza. Quizá fuera porque el barril llegaba a su fin, pero son esa serie de casualidades las que marcan los detalles que se quedarán en la retina del cliente. En fin, otro día será, y si no, será por bares...
Caras pesadumbradas al no poder saborear un buen caldo
FICHA TÉCNICA:
UBICACIÓN: Las chimeneas. Junto a Picolo Mundo.
ESPECIALIDAD: Jarra de 1/2 litro de cerveza, 1 euro.
TERRAZA: Sí. Amplia, como todos los negocios de esa zona.
AFORO: 100 personas aprox. En forma de L, tiene dos puertas que dan al exterior.
CAMAREROS: 2.
SERVICIO: Algo serio y lógicamente ajetreado.
GOL TV/ PLUS: Sí.
LIMPIEZA Y ASEOS: Se podría decir demasiado recurridos. Y para diversos usos.